Los incendios de Valencia, en Cortes de Pallás y Andilla, arrasaron casi 50.000 hectáreas, convirtiéndose tristemente en uno de los incendios más devastadores que se recuerdan en España. El fuego quemó una enorme extensión de tierra agrícola, pero también mucha vegetación en los montes.
A parte de la desgracia humana (recordemos que un piloto de helicóptero falleció y otros dos sufrieron heridas) y de mucha gente que ha perdido sus casas, también hay que lamentar la grave pérdida de biodiversidad, tanto de muchas especies vegetales quemadas como de animales que perecieron calcinados o asfixiados: animales de granja y también salvajes: zorros, tejones, ginetas, jabalíes, ardillas, reptiles, aves…
Los incendios de Valencia fueron tan grandes que eran perfectamente visibles desde el espacio y así fue cómo los captó el satélite Terra de la NASA. Primero una imagen de la Península para hacernos una idea de la magnitud:
Las enormes columnas de humo se desplazaron, como podemos apreciar, hacia el noreste, llegando incluso a Barcelona, ciudad que se vio inmersa en una nube de humo y cenizas.
El 29 de Junio, éste era el desolador panorama:
El siguiente día, el satélite nos envía esta imagen: los fuegos siguen avanzando sin control:
Y, por último, tres días más tarde, con los incendios ya controlados podemos apreciar la devastación que dejaron a su paso. Esas zonas tardarán décadas en recuperarse y volver a ser como eran antes.
No está de más recordaros que debemos extremar las precauciones si necesitamos hacer fuego en el monte. Un golpe de aire puede llevarse volando algunas brasas y provocar desgracias de esta magnitud.